jueves, 21 de julio de 2016

El Nobel

Empezó a escribir su gran novela, tenía un proyecto muy ambicioso que, según pensaba, le traería la gloria. Terminó el primer capítulo y lo colgó en la red para saber qué tanto impacto tenía en el área de la narrativa. Buscó blogs, talleres de escritura, páginas de cultura y se dio cuenta de que podía obtener un poco de popularidad ganando seguidores, aplausos o manitas like. Entró a varios sitios y se hizo muy popular, recibía comentarios para su obra como respuesta a sus amables peticiones de apoyo. Con la gran cantidad de visitas que hacía a los sitios donde se le iba valorando cada vez más, no le quedaba mucho tiempo para continuar con su obra, sin embargo, gracias a las observaciones de sus admiradores pudo corregir y terminar el primer capítulo de su trabajo.

 Un día entró a un concurso en el que era muy importante obtener votaciones a través de Internet para ganar el primer premio, así que colgó su obra; se dirigió a todos los contactos que tenía y se puso a llevar el conteo minuto a minuto. Por desgracia, había gente que obtenía votos en grandes cantidades y eso lo desanimaba mucho. Buscó miles de formas para adelantar en su clasificación y, por fortuna, descubrió que había una manera de votar desde diferentes ordenadores y perfiles en diversas páginas, blogs y todo tipo de redes sociales, no obstante, eso no era suficiente para llevarlo a los primeros sitios y se pasaba las noches en blanco tratando de idear alguna estratagema que le permitiera elevar su popularidad.
 Un buen día, un golpe de suerte lo llevó hasta la página de un ingeniero en informática que explicaba la forma de saltarse las normas de seguridad de las páginas y obtener cifras estratosféricas de votos con sólo oprimir constantemente una tecla. Ni tardo ni perezoso se puso a concursar en cuanto certamen encontraba, seguía con escrupulosidad los consejos del programador y lograba ponerse a la cabeza de los certámenes con rapidez. Así, ganó su primer galardón. Después, con la experiencia que había adquirido, pudo anexar comentarios a su obra con la ayuda de seudónimos y nombres falsos, de tal forma que los grandes críticos de inmediato pusieron atención en esa oleada de halagos que hacían referencia a la obra de un gran escritor por quien todo mundo votaba en la red. Salieron artículos en las revistas y periódicos que ensalzaban el escrito, fue tanto el impulso que tomó aquella primera parte de la novela que ya ni siquiera fue necesario terminarla, pues leer las críticas y comentarios ocupaba tanto tiempo que dos años eran insuficientes para abarcarlo todo, además cada día aparecía algo nuevo referente a la magnífica obra.

 En una ocasión su candidatura apareció en la academia sueca y el jurado lo eligió para condecorarlo con la medalla de Alfred Nobel. Lo llamaron y le pidieron que preparara su discurso para el momento de la premiación. Llegó el mes de octubre y se anunció el ganador en la categoría de literatura. El mundo lo festejó con agrado y desde miles de ordenadores se empezaron a descargar los comentarios, críticas y ensayos relacionados con el gran manuscrito del maestro de la narrativa. Un mes después salió el primer capítulo de la novela acompañado de catorce tomos con todo lo referente al magistral  trabajo que tenía un principio tan destacado. Desde entonces no hay nadie que ignore la importancia de ese gran clásico que seguirá dando mucho de qué hablar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario