miércoles, 5 de julio de 2017

El hombre que llegó a ser Dios

Vivía oculto en el anonimato, tenía buena reputación entre los políticos y se le respetaba por su gran aportación al control y destrucción de movimientos comunistas en su país. El dictador lo tenía como uno de sus principales consejeros y, en cuanto se empezaba a tambalear la fortificación del gobierno por causa de los rebeldes, se le llamaba para que con su gran inteligencia resolviera el problema. Su primera aportación fue la de contratar nazis prófugos. Tenía, en aquella época, una lista de los oficiales del servicio secreto alemán más peligrosos que habían luchado contra la dictadura del proletariado y necesitaban ocultarse de los judíos que los buscaban para someterlos a juicio. Como era una persona muy previsora, planeaba sus estrategias con las etapas que aparecerían después. Sabía que algún día sus agradecidos fascistas serían atrapados y por eso tenía información que iba filtrando discretamente para que en caso de que llegaran los procesos, la atención se centrara sólo en los crímenes a la humanidad y no en las personas y organizaciones que les habían facilitado los túneles de escape.

Vivía solo, no tenía ningún compromiso sentimental, prescindía del sexo y los vicios y aprovechaba cada minuto de su vida para cubrirse las espaldas. Varias décadas se mantuvo firme, vio los cambios de su país y se adaptó a cada etapa. Parecía un vidente confirmando sus predicciones con una enorme risa de satisfacción. Un día llegó el momento crucial en el que debía decidir qué hacer con su existencia. No se ajustaba a los parámetros comunes del ser humano, había perdido algunas de sus capacidades, carecía de brío y el aburrimiento lo estaba matando. De pronto, un chispazo le abultó los ojos, fue por causa de una noticia en la que se hablaba de la moda de alquilar matrices para tener los hijos deseados que, por una u otra razón, las personas no podían tener. Hizo un plan. Sabía que tenía que acercarse con cautela y no asustar a su presa. Se conducía como un experto cazador que ha visto al ciervo y se va acercando sin hacer ruido ni dejarse ver. Tenía en su escritorio varios libros de biología, sociología y psicología. Hizo un resumen de los temas que le interesaban, acudió a la teoría de la elección por relatividad y sentido común y descubrió que había un sector de la población que estaba marginada, al mismo tiempo, fue viendo como sus soldaditos de plomo iban cayendo silenciosos en los juicios realizados por organizaciones dedicadas a la cacería de los monstruos del Holocausto. Se dijo a sí mismo que era un período de cazadores. Unos seguían a los ex militares esvásticos para desnudarles ante el mundo y ejecutarlos, no por venganza, sino por justicia; y él seguía a los sometidos, pero para redimirlos ante la sociedad y sacar una gran tajada de dinero. No le faltaban medios para vivir con lujo, de lo que carecía era de esa liberación interna que había deseado durante muchos años y sólo en ese momento sentía que el retoño de un gran árbol salía a la luz. Escribió algunos ensayos sobre la naturaleza del hombre, su seudónimo comenzó a circular por las bocas de las minorías cohibidas por las sociedades machistas. Las manifestaciones comenzaron a blandir su bandera de libertad en forma de arcoíris.

La estrategia era sencilla. Con argumentos férreos basados en su teoría, demolería los conceptos de familia tradicional para formar una nueva forma de convivencia marital. Transformó los conceptos relacionados con la sexualidad, de tal forma, que creó una confusión en la sociedad y, gracias a su simple teoría de la elección por eliminación, logró que se coligaran las mujeres para prescindir de los hombres generando la necesidad de procrear de forma asistida. Así fundó su empresa en la que las mujeres ofrecían sus matrices para gestar y los hombres donaban su esperma para el mismo fin. Los matrimonios eran específicos y se condenaba la unión de parejas de diferente sexo. Se reescribió la biblia, se le cambió el género a Dios, se crearon dos Adanes y dos Evas, se corrigieron las constituciones, se permitió en el Vaticano todo lo que se había prohibido hasta ese momento. La nueva ideología era tan ferviente que nadie la rechazó. Pasaron los años y el negocio prosperó. Las presidentas tenían a sus esposas, los sacerdotes a sus parejas o compañeros, los niños aprendían con gusto las reglas de moralidad y ética. Se creó una nueva crítica del arte, la historia y las ciencias. Reinó la felicidad y la armonía.

El hombre superó la violencia y las guerras. El ser humano se hizo más sensible y guió a la humanidad por el camino del amor, incluso se llevó a la naturaleza el cumplimiento de la ley sagrada. Se unía a los machos con sus similares y se separaba a las hembras, se inseminaban de forma artificial a los primates, los felinos y los paquidermos y se intervenía en la cadena genética de las fieras voraces para que tuvieran conducta mansa. Se creó una empresa que alimentaba a los animales con comida sintética creada en laboratorios. La tecnología creó plantas enormes en África, Medio Oriente y Asia. Había empleo en todos los rincones de la tierra. La ciencia prospero, se acabó la industria bélica y se prescindió de la droga. Se prolongó la vida y se terminaron las enfermedades venéreas, prosperó la economía y cambió la filosofía. La humanidad alcanzó la felicidad que le habían negado la monarquía, el esclavismo, el capitalismo y la economía global. Las divisas vivían separadas por sus categorías femeninas o masculinas, las lenguas también se adaptaron a las nuevas normas, incluso la relación entre las neuronas se dividió por géneros de pensamiento para seguir los mandamientos de la ley. Gracias a todos esos cambios la gente alcanzó la felicidad total, se erradicó el suicidio y se le arrancaron al ser humano todos los sentimientos negativos. En sus últimos días, este gran hombre, trató de escribir los mandatos para el futuro, pero su visión no alcanzó a prever lo que pasaría con la conquista de otros planetas ni el encuentro con otras formas de vida a las cuales les resultaría muy complicado entender la evolución de la existencia en la tierra.

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