Se me apaga la luz
Su caso no es grave,- dijo el doctor con cara de
indulgencia-, lo que pasa es que es muy extraño. Seguro que usted ha oído hablar
sobre los problemas más comunes de la vista como el astigmatismo, que impide
que la persona enfoque bien los objetos que mira, es un defecto de la retina,
¿sabe? También está la miopía, que es una deficiencia que hace que tengamos que
llevar esos horrorosos lentes de fondo de botellón y que dan pie a una
infinidad de bromas y burlas en nuestra lengua. No se olvide de que con la edad
algunas personas empiezan a mostrar problemas de hipermetropía y les es
imposible leer de cerca, ¿ha visto como algunas personas van alejando los
libros o los diarios hasta la distancia de medio metro para poder leerlos?
Pues, como le decía, su caso es único y no sé como
considerarlo porque una infección no es y un defecto de la vista, tampoco.
Mire, ya le he revisado muchas veces el tamaño de la pupila, su forma de
dilatarse, el iris lo tiene bien, pero pasa algo en el interior es como si sus
ojos fueran una linterna y fueran perdiendo energía, es como si se estuvieran
apagando. Cuando le revisamos el sistema nervioso no encontramos nada que nos
diera una pauta para diagnosticar un principio de ceguera por algún trauma o bloqueo nervioso. Por lo
regular, la luz entra por los ojos y es cómo podemos ver los objetos. Lo que le
pasa a usted es completamente lo contrario, sus pequeñas pupilas en lugar de
recibir los rayos de luz, los emiten pero se está acabando la energía que los
ilumina. Si usted fuera un robot o un coche le cambiaríamos el acumulador o el
cargador, pero es usted una persona y mientras no descubramos la razón de la
disminución de esos rayitos de sus ojos, no podremos hacer nada. ¿No será que
le faltan ilusiones? Cuénteme ¿cómo era su vida cuando veía bien, tenía
sueños o proyectos?
Creo que si lo razonamos un poquito más nos daremos cuenta de que su
problema es, tal vez, espiritual. ¿Por qué no? ¿Qué acaso no ha oído esa frase
que dice que los ojos son el espejo del alma? Si es así, entonces usted está
perdiendo las ilusiones, ¿no cree?
Tendríamos que investigar si no es un problema de
alimentación, ¿Y si hay alimentos que le llenan de energía sus ojos? Pruebe con
algo que le guste y que le dé satisfacción y placer, ¿un pastel? ¿No? ¿Y qué
tal una carne con papas y mucho chile? ¿Ni así?
Dios mío, ¿es que no hay nada que pueda devolverle la luz? Entre más
pienso me oprimen la inquietud y la zozobra. Me parece que ya sé que es lo que
pasa. Usted se niega a ver, esa es la única razón. A ver, dígame si hay algo
que usted no desea hacer, entender, negar, aceptar o ignorar. Debe de haber
algo que le produce esta reacción.
En realidad
tiene que cambiar su forma de pensar y ser más optimista, le diría que tiene
que ver la vida de otro color pero sin su colaboración pronto no distinguirá
ningún color. Le voy a prohibir que ingiera alimentos desagradables, que tome alcohol
o drogas y, lo más importante, encuentre una ilusión, ¿de acuerdo?
-El hombre salió sin despedirse del doctor y con el
poco resplandor que tenía en los ojos y la mirada fija, se alejo pensando si
hay en esta vida una forma de encontrar ilusiones cuando te has divorciado, no
te alcanza el dinero para pagarle los alimentos a tu ex esposa, no te llaman de
ningún lugar donde has dejado tu curriculum, comes dos veces por semana y te
encuentras en los huesos y, para colmo, has tenido que rematar en un anticuario
el reloj que te regaló tu abuelo (herencia que pasó de generación en
generación) para pagar la consulta de un oftalmólogo que no te puede cambiar la
visión de las cosas.
JCEH
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