martes, 4 de febrero de 2014

Problemas de la vista


Se me apaga la luz

Su caso no es grave,- dijo el doctor con cara de indulgencia-, lo que pasa es que es muy extraño. Seguro que usted ha oído hablar sobre los problemas más comunes de la vista como el astigmatismo, que impide que la persona enfoque bien los objetos que mira, es un defecto de la retina, ¿sabe? También está la miopía, que es una deficiencia que hace que tengamos que llevar esos horrorosos lentes de fondo de botellón y que dan pie a una infinidad de bromas y burlas en nuestra lengua. No se olvide de que con la edad algunas personas empiezan a mostrar problemas de hipermetropía y les es imposible leer de cerca, ¿ha visto como algunas personas van alejando los libros o los diarios hasta la distancia de medio metro para poder leerlos?
Pues, como le decía, su caso es único y no sé como considerarlo porque una infección no es y un defecto de la vista, tampoco. Mire, ya le he revisado muchas veces el tamaño de la pupila, su forma de dilatarse, el iris lo tiene bien, pero pasa algo en el interior es como si sus ojos fueran una linterna y fueran perdiendo energía, es como si se estuvieran apagando. Cuando le revisamos el sistema nervioso no encontramos nada que nos diera una pauta para diagnosticar un principio de ceguera  por algún trauma o bloqueo nervioso. Por lo regular, la luz entra por los ojos y es cómo podemos ver los objetos. Lo que le pasa a usted es completamente lo contrario, sus pequeñas pupilas en lugar de recibir los rayos de luz, los emiten pero se está acabando la energía que los ilumina. Si usted fuera un robot o un coche le cambiaríamos el acumulador o el cargador, pero es usted una persona y mientras no descubramos la razón de la disminución de esos rayitos de sus ojos, no podremos hacer nada. ¿No será que le faltan ilusiones?  Cuénteme  ¿cómo era su vida cuando veía bien, tenía sueños o proyectos?
Creo que si lo razonamos  un poquito más nos daremos cuenta de que su problema es, tal vez, espiritual. ¿Por qué no? ¿Qué acaso no ha oído esa frase que dice que los ojos son el espejo del alma? Si es así, entonces usted está perdiendo las ilusiones, ¿no cree?
Tendríamos que investigar si no es un problema de alimentación, ¿Y si hay alimentos que le llenan de energía sus ojos? Pruebe con algo que le guste y que le dé satisfacción y placer, ¿un pastel? ¿No? ¿Y qué tal una carne con papas y mucho chile? ¿Ni así?  Dios mío, ¿es que no hay nada que pueda devolverle la luz? Entre más pienso me oprimen la inquietud y la zozobra. Me parece que ya sé que es lo que pasa. Usted se niega a ver, esa es la única razón. A ver, dígame si hay algo que usted no desea hacer, entender, negar, aceptar o ignorar. Debe de haber algo que le produce esta reacción.
 En realidad tiene que cambiar su forma de pensar y ser más optimista, le diría que tiene que ver la vida de otro color pero sin su colaboración pronto no distinguirá ningún color. Le voy a prohibir que ingiera alimentos desagradables, que tome alcohol o drogas y, lo más importante, encuentre una ilusión, ¿de acuerdo?

-El hombre salió sin despedirse del doctor y con el poco resplandor que tenía en los ojos y la mirada fija, se alejo pensando si hay en esta vida una forma de encontrar ilusiones cuando te has divorciado, no te alcanza el dinero para pagarle los alimentos a tu ex esposa, no te llaman de ningún lugar donde has dejado tu curriculum, comes dos veces por semana y te encuentras en los huesos y, para colmo, has tenido que rematar en un anticuario el reloj que te regaló tu abuelo (herencia que pasó de generación en generación) para pagar la consulta de un oftalmólogo que no te puede cambiar la visión de las cosas.

JCEH


No hay comentarios:

Publicar un comentario